
María Mulambo es una figura espiritual y mística que tiene un papel destacado en las tradiciones afrobrasileñas, como la Umbanda y la Quimbanda. Es una de las entidades conocidas como Pombagira, que representan espíritus femeninos fuertes y poderosos, asociados con la sabiduría, la sensualidad, la protección y la justicia. Cada Pombagira tiene características específicas, y María Mulambo es conocida por su capacidad de ayudar a quienes enfrentan dificultades, especialmente en temas relacionados con el amor, la prosperidad y la superación de obstáculos.
El nombre “Mulambo” significa “trapo” o “harapo” en portugués, y simboliza su conexión con los excluidos, los humildes y aquellos que han sido despreciados. A pesar de su asociación con la pobreza y el sufrimiento, María Mulambo representa una energía transformadora que ayuda a convertir las adversidades en fortaleza y éxito.
Así es, María Mulambo das Almas es una figura profundamente respetada. Su color característico, el morado, simboliza la espiritualidad, la transformación y el poder místico, atributos que ella representa con fuerza y gracia. Se la conoce como una hechicera y justiciera, una protectora de los oprimidos y marginados, siempre dispuesta a intervenir en favor de quienes enfrentan injusticias.
Como una Pombagira das Almas, está estrechamente vinculada al plano espiritual y a las almas en transición, ayudándolas a encontrar la paz y ofreciendo guía tanto a los vivos como a los muertos. Su conexión con el mundo espiritual la convierte en una poderosa mediadora en rituales y peticiones.
María Mulambo es una defensora feroz, un reflejo de la fortaleza de las mujeres que han sabido superar las adversidades. Representa la fuerza femenina, la resiliencia y la capacidad de transformar el sufrimiento en empoderamiento. Es especialmente invocada para asuntos de justicia, amor y apertura de caminos, siempre con un enfoque en la verdad y el equilibrio.
Su figura inspira respeto, amor y devoción, ya que personifica la fortaleza de una mujer que, desde la humildad, se eleva para ser una guía espiritual inquebrantable.